¿Has pedido una destilación? En Hungry Penguin, controlas a un pequeño pingüino hambriento al que le gustaría comerse todas las golosinas del mundo. No es una tarea fácil, ya que debes estar atento a muchos factores a la vez. El niño no debe hacerse daño, caerse, chocar o comer comida en mal estado. Sé responsable y afróntalo con el máximo empeño.
El niño se asombra al ver pasteles y helados, galletas, batidos, limonadas y pizzas por el camino y disfruta comiéndolos con gran placer. Otra ventaja de comer son las gratificaciones. Si te das el capricho de comer dulces, ganas puntos, que te permiten pasar a niveles superiores y jugar al juego. Ten cuidado, porque los pingüinos no pueden comer pescado. Si lo intenta, se le quitan puntos y se le reduce la vida. Hay tres oportunidades, y es mejor que perder a la primera porque, de lo contrario, estará perdiendo. No quieres hacer eso, ¿verdad? Pues lucha hasta el último hombre.
Los gráficos harán las delicias de todos los jugadores. Te encuentras en un mundo de vegetación vibrante, laberintos de piedra, casas de dibujos animados y un dulce bebé al que le encantan las golosinas. Como un verdadero padre, supervisa sus hábitos alimenticios y sus movimientos. Supervisando, ayudas a ganar puntos, que dependen de lo que coma. Una vez completado el nivel, se le da una tabla con la cantidad de monedas ganadas y la cantidad total de dinero perdido debido a los peces. Participa y todo saldrá bien.